Gracias a: http://www.pinturayartistas.com |
pariente de los monos,
erguido, aceptó
el fruto de las
reflexiones de su hembra.
Probó y sintió vértigo,
el mareo reluciente
de verse desnudo
en medio del jardín.
Ambos se fueron
y se cerraron las puertas.
Ahora no hay frutos
fáciles
ni paseos al sereno.
Ahora hay sudores
y miedo,
cada día deberá
inventar lanzas
y azadas,
martillos e hilados,
dolores de espalda
y llagas en las manos.
Labrará espléndidas
ciudades
y tejerá impensables
crueldades,
se cansará cada noche,
llorará los hijos muertos,
beberá vino y hiel.
Masticará su pan cada tarde
pidiendo el que necesitará mañana.
***